viernes, 6 de agosto de 2010
POR BORRACHA
Año 2007. Tenía 16 años y con mis amigas salimos a un boliche de Nueva Córdoba, muy famoso en ese año. Habían muchos chicos lindos y mi locura (típica de la edad), hizo que festejara como si me quedaran 24 hs.de vida.
No recuerdo casi nada de esa noche. Sé que entré y luego me desperté en mi cama, con un dolor que me reventaba la cabeza. "¡Nena, te trajeron casi desmayada! ¿Te drogaste? ¿Qué tomaste?", fueron las preguntas de mi mamá.(prefiero no anotar todo lo que me c*gó a p*dos) Todo esto me lo preguntó a las 7 de la tarde, hora que me desperté. "Má, no me acuerdo de nada...Llamala a Ferny, ella estuvo conmigo en el boliche".
A las diez de la noche, Fer me vino a visitar y me mostró las fotos que había sacado con su camarita. "Tif, no me vas a creer, pero esta foto no la saqué yo ni tampoco mi novio. Mirá, por el vestido, sos vos". Yo me re puse colorada.¿No le prestaste la cámara al chico que estaba conmigo?, le pregunté. "¡No b*luda, ni en p*do. A ver si me la robaba!"
Hasta el día de hoy no sé quén me sacó esa foto. En casa, cuando la resaca se me pasó, intimamente me revisé bien. Lo importante es que nadie había abusado de mí....excepto por la foto.
lunes, 2 de agosto de 2010
LE COSI LA BOCA
Las salas de chat, el primer consuelo que busqué para olvidar esa relación horrorosa con el jugador de rugby (leer "TE CHORREA LO CHETO").
Entré al chat de Ar..t, usando el nick Tifany, porque así me dice mi mamá y mis amigas. Al principio no sabía qué escribir. Utilizaba el color rosita para la letra, pero noté que mucha bola no me daban. De repente comienzo a recibir mensajes privados. Eran muchísimos.Como principiante, ¡contestaba todos! Pero mi idea era llamar la atención en la sala general. Me desconecté y volví a ingresar.
Elegí nuevamente el color rosita para las letras, pero se me ocurrió usar caritas al principio y al final de cada frase (foto). Empecé a chatear. Estaba súper divertida, y se notaba porque provocaba risas en la sala general. Al final de cada chiste, ponía CUACK, como para que ¡se diesen cuenta que era un chiste malo! Ja ja ja ja ja.
Me llovían los mensajes privados. Algunos, re zarpados, decían:
-Te va el sexo telefónico?
-Hola bb. C*gemos?
-Me querés ver la p*ja por cam?
-Quiero chuparte la c...
Pero hubo uno que me dijo: "Hola, por lo que transmitís, se nota que sos una chica divertida y culta...". ¡Eso me re atrapó! Por lo tanto decidir chatear en privado con ese chico tan caballero, tan educado. Nunca habló de sexo; me contaba que iba a ser futuro policía, etc. A cada rato repetía que era raro que una chica de ese chat responda los privados; pero además, nunca imaginó que encontraría a alguien tan divertida, canchera y fina.
Chateamos horas. Después pasamos al msn. Él tenía miedo que al ver su foto, lo rechace, pero le dije que yo no era así de cruel. Lo vi, pero no me importó su apariencia. Había mucha buena onda entre nosotros. Tan bien se sintió cuando le dije que no me parecía feo, que empezó a mandarme muchas fotos. Una semana y horas de chatear, nos llevaron a que acordemos encontrarnos a tomar algo.
La cita fue en un bar frente al teatro San Martín, un viernes a eso de las 8 de la noche. Cuando nos vimos, yo lo saludé muy efusivamente: "_Holissss Dieguissss. ¡¿Cómo estás?" Empecé a hablar demasiado y noté, antes de sentarnos, que me miró de arriba a abajo. Me sacó fotocopias, radiografías, etc. Ja ja ja ja. Yo seguía hablando muy animadamente y él sonreía y sonreía...pero no hablaba. Sí, dijo algunas palabras, pero estaba súper nervioso, parecía. Reía, tomaba un trago de cerveza, se llevaba un maní a la boca, y así suscesivamente.
Agotadísima de tanto hablar, le dije que me disculpe, pero necesitaba ir al toilette. En el baño, llamé a Karu, una amiga, y le dije: "_Hola Karu, ¿estás en tu casa?. Vení a buscarme. Estoy en el bar que esta frente al teatro Libertador. Estoy con un chico, pero algo le pasa, ¡esta mudo!. Dale, urgente. Por suerte Karu vive a 5 cuadras, así que llegó rápido. Cuando me despedí de Diego, no disimuló su cara de enojado, a pesar de que estuvimos un buen rato "charlando".
Cuando me fui, Karu (que es re mala) me dice: "_B*luda, ¿quién era ese nabo? Tify,¿qué te pasa? ¿Viste la cara de pelotuo que tenía?¿ Dónde lo conociste?" Nada, olvidate. Hablemos de otra cosa, por favor, le dije.Me sentía tan mal, tan sola...¿Algo hice que provocó que él no hablara nada? Nada que ver al Diego del chat. ¿Sería él realmente?
Karu se dio cuenta de mi angustia. "¡Vamos a lo de Fer, dale!. ¡¿Qué te pasa?! ¡¿ Estas mal por ese p*lotudo?! No aguanté y me fui a mi casa. Me sentía tan fracasada, que no me podía ni mirar en el espejo de mi cuarto. Mis viejos no estaban, así que me tiré en el sofá a mirar la tele. Lloré mucho...la verdad, necesitaba a un hombre.
domingo, 1 de agosto de 2010
TE CHORREA LO CHETO
Diciembre de 2008: corto una relación de 6 meses con un chico hermoso,por fuera. El típico carita de "teen angel": 18 años,rubio, nene de papá, jugador de rugby, miembro o líder de un grupo de amigos igual de tarados que él. Fanático de la Play Station y los I pod. Mucha onda "previa-boliche-after"; y salir en el Mercedes Benz clase C de su padre, obvio.
Lo conocí cuando con mis amigas tomábamos algo en un conocido bar de Nueva Cordoba. Él estaba con sus amigos en una mesa cercana a la nuestra. Lo ví y me enamoré; obviamente porque era muy lindo. Decidimos irnos juntos a otro bar y cuando salimos, me dice: -" ¿Te gusta mi auto? Me lo regaló mi viejo cuando GANÉ un torneo de rugby en Rosario". El mérito era suyo, ¡no del equipo! ja ja ja.
En el bar charlamos mucho. Pero él hablaba demasiado de sí mismo. ¡Primera vez que conocía a alguien más parlanchín que yo! ¿Qué me contaba? Por ejemplo: "Mi viejo tiene muchas empresas; soy amigo de Agustín Pichot (jugador de Los Pumas), y de Nalbandian". Era verdad, me mostró fotos que tenía en el I pod. Siguió: "en unos meses me mudo a mi departamento frente al Patio Olmos", etc, etc, etc. Todo muy superficial. En ningún momento me habló de cómo era él en sí. Pero, esa vez, yo tenía 17 años y estaba perdida en sus ojos celestes.
En el boliche, muchos besos. Besos que duraban ¡casi 40 minutos! Yo estaba re re caliente (obvio, era virgen ¡¡¡qué vergüenza!!!), así que nos fuimos a su casa. En su cuarto, su físico hermoso casi me hace desmayar ¡Uf, yo estaba que explotaba! ja ja ja. Pero ¡¿qué pasó?! No sé si me confundió con una guinda (el balón de rugby), o me quizo "taclear", o creyó que estaba en un partido, pero la cuestión que su brutalidad hizo que me congelara. No me acariciaba, ¡me apretaba y me frotaba a tal punto que después noté moretones en mi cuerpo! ¡¡¡Hasta grité en un momento porque me mordió demasiado fuerte las t...!!! Pido disculpas por lo que voy a contar, sé que es asqueroso. En el momento en que se tuvo que poner el preservativo...fin, todo terminó, para decirlo de una manera más sutil. Si yo estaba caliente como una pava (cuack), él era un volcán que hizo erupción demasiado pronto.
"Todo bien. Calmate", le dije, disimulando que la situación me había dado asco. Pero por dentro quedé impresionada, decepcionada e ¡¡¡ insatisfecha!!! ja ja ja. "Mirá, llevame a mi casa porque no quiero que mi viejo me empiece a llamar preguntando dónde estoy". ¿Estas enojada, b*luda?, preguntó. "No...todo bien (mentira). La pasé muy bien; pero vamos porque si no mi papá me va a retar".
Esa fue nuestra desastroza primera vez. Los meses siguientes sufrí por ser la "más tarada de las adolescentes
enamoradas". Nunca me llamaba. Cuando iba a su casa, él estaba con los pavotes de sus amigos jugando a la Play Station y no me daba bola.Nunca me decía Stephany, todo el tiempo me llamaba b*luda. Tuve que presenciar como el padre lo c*gó a p*dos porque le había rayado el auto ¡hasta le pegó un cachetazo! Ir a comer a su casa era muy desagradable. Comía como un león hambriento (encima era de Leo). 6 milanesas con puré, mucho pan, huevos fritos y aderezos no le eran suficientes; al rato ya se estaba comiendo un sandwich. Las noches de intimidad se transformaron en noches de peleas, casi.
Pasaron 6 meses. Nunca le dije que no lo quería ver más. Lo que hice fue no llamarlo ni mandarle mensajes. Ahí me di cuenta que, para él, jamás existí. Nunca recibí un llamado, nada. Ni siquiera para preguntarme qué pasó que no nos encontramos mas.
Terminé deprimida, sollozando por todos lados, y...virgen (¡qué vergüenza!). Lo único que me pidió es que a nadie le cuente cuál era su "problemita". Ya que él, en su grupo de amigos, era el líder, el más capo de todos, el perfecto, y el que se ganaba a todas las minas.
Sí, me dejé llevar demasiado por la apariencia. Con razón él todo el tiempo me llamaba b*luda.
Stephy
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